Nos gustaría poder decir que poner a fácula en internet fue una pavada, pero nos sucedió todo lo contrario. Hacer esta segunda edición nos costó mucho trabajo, y casi todo se vincula a la difícil situación económica argentina que usted (si es argentino) también está viviendo.
Fácula nº2 tuvo que sacrificar la posibilidad de aparecerse en versión impresa, y esto nos disgusta, porque sabemos que gran parte de nuestro público adulto no va a volver a ver fácula y muchos no se van a enterar de que existe.
El otro problema (por darle nombre) también se nos planteó a raíz de esta situación y del nuevo mundo (o en transformación, al menos). Se trata del esfuerzo psicológico que implica seguir creyendo que vale la pena continuar con un proyecto que ideamos como una manera de contribuir a las dificultades ya existentes. Y habiéndonos sentido superadas tantas veces, en muchas ocasiones dudamos de editarla otra vez.
No obstante, hubo momentos en que irradiamos optimismo y otros en los que nos aprovechamos de nuestra mísera convicción. En esos instantes se gestó esta edición que, finalmente, pudimos terminar y que nos animamos a mostrarles a ustedes.
En mucho de lo que van a leer no encontrarán un mundo paralelo, donde todo es rosa. Sino que van a encontrar su mundo, nuestro mundo, este mundo que, a pesar del arcoiris de canas que nos saca cada día, a veces nos saca sonrisas y carcajadas escondidas.
Sólo esperamos que la disfruten como nos pasó a nosotras en esos -optimistas- momentos en los que la hicimos. Quién sabe cuántos ratos más de esos van a atacarnos y, en consecuencia, cuánto tiempo más demorará nuestra próxima edición.
Nada más. Comience cuando quiera y termine cuando le parezca.
Las hacedoras de fácula.
domingo, 23 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario